VII....me llamo Jordi.

[Después de tomarme unas vacaciones bloggeras, hoy vuelvo a escribir.

Soy consciente que muchos de los que me leéis me conocéis suficiente como para que haya podido evitar las presentaciones, pero lo cierto es, que para seguir escribiendo este blog, necesito hablaros de mi.]

Me llamo Jordi.....

Tuve una infancia difícil, aun que esto nunca me ha resultado un trauma grabe. Me gusta haber vivido una infancia extraña, alocada, oscura, desordenada y solitaria.

Nací en una familia atípica, pero entrañable, con unos padres especialmente modernos y con dos hermanos diez años mayores que yo. Comíamos toffu y sopas extrañas, viajábamos por Europa en furgoneta y vivíamos sin grandes problemas, felices, o al menos esto creo yo y ya es un poco tarde para cambiar la versión.

En el año 96 mis padres se separaron de una manera precipitada para mi. Mis hermanos se apartaron momentáneamente de mi vida. Y con apenas 7 años, me fui a vivir con mi madre en una casa de un pueblo cerca de donde habíamos nacido. Una casa húmeda, vieja y fría. Todos estos factores aun incrementaron más la depresión en la que estaba sumergida mi madre y yo empece a tener un terrible y patológico miedo a la oscuridad. Mi padre, cayo en un precipitado hoyo de caos y alcohol, que aun hoy, está pasando factura. Se quedó con la casa familiar y la degradó hasta tal punto que pasado un año ya era irreconocible.

Yo, en ese momento era un simple espectador de mi vida. Desarrollé una imaginación infinita y me refugié en ella.

Mi madre, para sanar su depresión y reencontrar esa compañía que había perdido tras el divorcio, se apunto a una especie de secta neo medieval con sede en el pirineo y yo me apunté con ella. Siempre me ha negado que fueran esos los motivos, pero hoy por hoy, es la única razón que encuentro para dar una explicación a ese ambiente espiritual y estricto.

Fueron 3 largos años en los que me eduqué entre una comuna organizada y un padre que no podía cuidar ni de él mismo.

Cuando todo esto estalló y se desmorono, aun tuvieron que pasar un par de años más para que todo volviera a ser “normal” y cuando lo fue yo ya estaba viviendo una infancia eterna, porque después de todo, con 12 años, aun quería ser un niño.

En mis años de instituto estalló la adolescencia, una adolescencia extrañamente infantil. Fue ahí donde empece a construir mi vida. Descubrí mi sexualidad, mis pasiones, mis pudores, mis cualidades y mis miedos y lidiando con todo eso, me hice mayor.

Y a los 16 años, empecé a trabajar en televisión sin ni si quiera planteármelo. A cobrar cantidades inimaginables de dinero y a empezar uno de los caminos más jodidos de mi vida, el de ser actor.

Por aquel entonces, tenia pocos amigos, pero muy buenos, gente que me ha ayudado hasta día de hoy a ser quien soy.

También me enamoré hasta un punto preocupantemente obsesivo de una de las personas más importantes de mi vida. Con él aprendí todo lo que tuve que aprender para no volver a cometer tantísimos errores en mi vida sentimental y en mi vida en general.

A partir de aquí seguí la corriente de un río de locura, fracasos, drogas, errores, complejos y alegrías que han puesto mi vida patas arriba. Dejé de actuar, utilicé la marihuana como prozac y me obligué a dejar de imaginar, de vivir de acuerdo con mis valores... hasta que un día, no hace mucho, decidí salir de esa corriente que me arrastraba y tomando todo lo bueno que he ganado estos últimos años, empezar a ordenar mi vida.

Me llamo Jordi. Podría haberme inventado un nombre un poco más literario para encarnarme en este blog, pero no tengo ninguna intención de crearme un alter ego. Me llamo Jordi y soy un actor preconcebidamente fracasado, soy un soñador patológico, un egoísta egocéntrico y un amigo infiel. Me gusta estar solo, pero soy incapaz de estarlo. Me paso la vida dudando, pidiendo, juzgando e inventando, pero pese a todo esto, me considero una buena persona.

Estoy rodeado de gente maravillosa, soy (y siempre he sido) feliz y pese a todos mis defectos, estoy orgulloso de mi mismo y de mi vida.

Dejando un poquito de lado el pavor que el tengo a hablar de mi; quiero dejar esto escrito y publicado como una declaración de principios. Porque quiero que todo lo que he vivido sea el norte que me guíe a lo largo de mi existencia.

Gracias por haber leído el prologo de mi vida...

Ahora empieza el capitulo 1..............

VI. "em costa imaginar-te absent per sempre"

El blog d'avui l'he descriure en català.
perquè el que em disposo a escriure no pretenc que sigui un text com els que publico normalment per aquí. No pretenc que el llegeixi ningú, tan sols tu. Cada coma, cada lletra, cada silenci que escriuré és un regal que et faig. Pren les paraules que deixaré escrites i utilitza-les d'equipatge, junt amb tots els pensaments de totes les persones que avui han pensat amb tu i comença aquest viatge que L'odiós destí ha volgut que comencis.

Recordo perfectament el primer dia que et vaig parlar, estàvem de sortida, en un tren que recorria la costa. Miraves el mar, pensatiu, tendre com només tu ho saps ser.
Em vaig acostar a tu, en silenci, intentant molestar lo més mínim i... sense apartar la mirada del mar, em vas dedicar un somriure i em vas dir que quan miraves el mar et senties lliure.
Va ser aquí quan vaig descobrir que havia de quedar-me al teu costat, ja no només duran aquell trajecte, si no duran molts anys. Alguna cosa em va dir que em fes amic teu, perquè tenia moltíssimes coses a aprendre de tu.

avui, més que mai, els records que tinc amb tu, son els millors records que podria tenir. La patum, els inicis deKom un llum, la meva accidentada sortida de l'armari, en Celio i en Tonet, la festa major que em vaig passar a casa teva, L'Increïble campament de tercer de llops, les nits a la tenda amb en Domenech... podria seguir,però a mi encara em dol pensar en tot aixo, aixi que deixo que siguis tu qui recordi tot el que em passat junts i que et sentis orgullós per haver-me ajudat a ser millor persona.

Avui he pujat a casa teva, feia molt que no hi pujava. La teva santa mare, entre llàgrimes m'ha dit que siguis on siguis ens ajudaràs a viure millor, ens guiaràs, cuidaràs de nosaltres... així que tota la gent que has deixat orfe pot estar ben tranquil·la, perquè no tinc cap dubte que ets el millor àngel de la guarda que ningú podria tenir.

Joan, moltíssimes gràcies per fer que malgrat tot, avui t'hagi sentit més aprop que mai.
I... com que em costa moltíssim acabar aixo que t'escric, deixo que Martí i Pol acabi per mi....

gràcies per tot! De debò!

“Em costa imaginar-te absent per sempre.

Tants de records de tu se m'acumulen

que ni deixen espai a la tristesa

i et visc intensament sense tenir-te.

No vull parlar-te amb veu melangiosa,

la teva mort no em crema les entranyes,

ni m'angoixa, ni em lleva el goig de viure;

em dol saber que no podrem partir-nos

mai més el pa, ni fer-nos companyia;

però d'aquest dolor en trec la força

per escriure aquests mots i recordar-te.

Més tenaçment que mai, m'esforço a créixer

sabent que tu creixes amb mi: projectes,

il.lusions, desigs, prenen volada

per tu i amb tu, per molt distants que et siguin,

i amb tu i per tu somnio d'acomplir-los.

Te'm fas present en les petites coses

i és en elles que et penso i que t'evoco,

segur com mai que l'única esperança

de sobreviure és estimar amb prou força

per convertir tot el que fem en vida

i acréixer l'esperança i la bellesa.

Tu ja no hi ets i floriran les roses,

maduraran els blats i el vent tal volta

desvetllarà secretes melodies;

tu ja no hi ets i el temps ara em transcorre

entre el record de tu, que m'acompanyes,

i aquell esforç, que prou que coneixes,

de persistir quan res no ens és propici.

Des d'aquests mots molt tendrament et penso

mentre la tarda suaument declina.

Tots els colors proclamen vida nova

i jo la visc, i en tu se'm representa

sorprenentment vibrant i harmoniosa.

No tornaràs mai més, però perdures

en les coses i en mi de tal manera

que em costa imaginar-se absent per sempre.”

V. 24 horas

Te regalo un día.

Durante ese día, tu mente pasará por 10 estados de animo, vas a respirar 20.000 veces, tu estomago hará, como mínimo, 3 digestiones, tu corazón bombeará 7.000 litros de sangre y tus riñones fabricaran una media de 4 a 5 litros de orina. Durante ese día, tus ojos captarán más de 50.000 colores distintos y tus cuerdas vocales vibraran para crear una media de 500.000 palabras. El tono de tu piel podrá cambiar, tu nariz va a captar más de 600 olores y tus oídos van a procesar cantidades incalculables de sonidos. Durante ese día tu cabello va a crecer 1 centímetro más mientras que tus uñas sólo van a ser un milímetro más grandes. Tendrás calor, frío, sed, hambre, tos, picores, fatiga, dolor, sueño... Te podrás poner malo, te podrás arruinar, podrás perder a un amigo, podrás ganar una lotería, podrás tener todos los orgasmos que quieras, podrás ir a donde te de la gana, podrás quedar-te invalido, podrás conocer al amor de tu vida, podrás aprender, podrás soñar e incluso te podrás morir.

Durante ese día, en el mundo, se podría empezar alguna guerra o firmar algún tratado de paz. Podría subir el paro, podría estallar la borsa, podría haber un atentado o podría nacer el próximo Jesucristo.

Durante ese día, un iceberg se podría fundir, un incendio podría quemar cientos de hectáreas de bosque, un río se podría secar o una nube podría producir tanta lluvia como para inundar una ciudad entera. Durante ese día un meteorito podría estallar contra la tierra, un terremoto podría destruir un país entero o un tsunami podría cambiar el litoral de cualquier parte del mundo.

Durante un día, podría cambiar la órbita de la tierra y se podría extinguir la vida tal y cómo la conocemos.

¿y aún crees que te he regalado poco?

Mientras hayan noches, habrán días.

Simplemente parate a pensar lo importante que son esas 24 horas que vas acumulando a lo largo de tu vida. Ninguna de esas 24 horas va a ser igual. Nunca vas a vivir lo que has vivido 24 horas antes y jamás vas a saber a ciencia cierta que te va a pasar en las 24 horas siguientes.

Así que cada mañana, cuando vuelvan a empezar tus 24 horas, coge aire, sonríe y preparate para un nuevo día, porque todos los días, por el simple hecho de ser días, van a ser el mejor día de tu vida.

IV.

Coger el tren a altas horas de la noche, te hace ser una persona desconfiada hasta un punto delirante.

De golpe, pareces un espía del Stasi, que analiza los movimientos y las intenciones de todos los pasajeros del vagón, tu vista no para de enfocar a diferentes puntos, donde parecen haber los sospechosos de un crimen que tiene un 99,9% de posibilidades de que nunca se vaya a cometer.

Una mezcla de miedo y estado de alerta constante, te obliga a adoptar una postura de defensa un tanto incomoda. Abrazas tu mochila, te aíslas con la ayuda de tus auriculares, expresas una seguridad falsa y te quedas inmóvil, procurando que nada ni nadie note tu presencia.

Una de esas noches, en el tren, me atreví a sacar el iphone y empezar a escribir para que mi imaginación me ayudara a hacer más llevadera la tensión de ese viaje nocturno.

El tren iba suficientemente vacío como para envolver a todos los pasajeros de un silencio casi incomodo, eran las 11:30 de la noche. Acabábamos de dejar atrás la estación en la cual yo había subido. Al aposentarme en uno de esos incomodisimos asientos de cercanías, empece a observar la gente de mi alrededor.

Una mujer gorda, rodeada de bolsas de plástico, se sentaba en las sillas que quedaban a mi derecha, ella no parecía tener miedo de estar en ese tren desolado. Estaba sudando pese a que el aire acondicionado del tren era excesivo. Vestía una camiseta de licra rosa de tirantes y unas mallas negras, ropa que no solo no disimulaba sino que aún definía más todos los michelines de su cuerpo. A ella le importaba un bledo la estética. Simplemente se la veía agobiada de trajinar esa docena de bolsas de plástico hasta allí.

Detrás mio, había dos hombres de unos 30 años, sentados uno en frente del otro y vestidos con ropa de trabajo, manchados de yeso y polvo. Eran amigos (o sencillamente compañeros de trabajo), pero no hablaron ni media palabra en todo el trayecto. Uno, el más joven, dormía mientras sujetaba su cabeza con la mano apoyada en la ventana del tren. Y el otro leía un periódico. Una de esas ediciones gratuitas que reparten por la mañana y que quedan abandonados sin la más mínima piedad en los trenes de cercanías.

En la siguiente estación subieron algunas personas, que se repartieron por el vagon.

Delante mio se sentó un joven, que al observarlo mi nivel de miedo subió hasta unos limites incontrolables.

Tenia la cabeza rapada y cubierta por una gorra cuidadosamente inclinada, llevaba un pirsing en el labio superior y vestía ropa ancha. Tenia 3 anillos enormes, 2 cadenas de oro y un cinturón con la hebilla enorme, de esos que son ultima moda en el Bronx. Para colmo, su teléfono móvil, vomitaba reggeton a un volumen muy perturbador para el silencio que había. Ni a mi ni a él nos apetecía escuchar esa música, pero por una extraña razón, ni él tenia intenciones de pararla, ni yo, ni mucho menos, de decirle que la parara.

Empece a inundar mi mente de paranoias, mi corazón se helo, mi musculatura se paralizó. Tenia un Latin King a tres palmos de mi y todo el mundo sabe que un Latin King no es muy recomendable tenerle a tres palmos.

El me miraba, yo no podía fijar la vista en ningún punto.

El estaba comodisimo, yo no. Yo estaba deseando tener súper poderes, porque con súper poderes era la única manera de defenderme de un posible ataque suyo.

De repente mi corazón empezó a bombear cantidades incalculables de sangre al ver que rebuscaba algo en su mochila.

“¿una navaja? ¿Una pistola? ¿un puño americano?

¿¡¡perdón, un lápiz y una libreta!!?”

Entonces, el Latin King, empezó a dibujar y su rostro cambio, se volvió más inocente. Ya no se veían esos ojos desafiantes.

Por primera vez, lo observe con ternura, porque transmitía mucha ternura verlo con esa sensibilidad y ese gusto por lo que estaba haciendo.

Y, en esos momentos, me relajé. No quería perturbar su momento de intimidad artística.

Fue ahí donde sentí un gran sentimiento de culpa. Había juzgado a una persona, solo por su apariencia. Me había dejado llevar por un miedo infundado por la desconfianza e incluso por los típicos tópicos que tanto critico.

Me sentí tan mal, que decidí dedicarle este escrito. Porque él, igual que yo, en sus momentos de soledad se alimenta de su imaginación.

III.

Hay una cosa en los tiempos que corren que me molesta mucho.
La crisis económica, me preocupa, pero no me molesta.
La Unión Europea, me cansa, pero no me molesta
La televisión de hoy en día, me parece ridícula, pero no me molesta.
La música de moda, me decepciona, pero no me molesta.
El conflicto en oriente medio, me alarma, pero no me molesta.
La clase política no me molesta, me da asco.


Lo que más me molesta, es ver como nuestra generación se está pudriendo. Me molesta, me irrita, me saca de quicio ver como toda una generación, la nuestra, la mía, esta perdida en un océano sucio y helado.
La crisis, la sociedad, la vida de hoy en día, nos ha succionado la autoestima. Nos estan arrancando de cuajo el derecho (y el deber) de soñar. Ya no hay esperanza, ya no somos creativos, ya no nos vemos capaces de crear un mundo mejor, sencillamente estamos auto-arrinconados. Nos han creado un mundo banal y bonito, una realidad que hemos asumido sin cuestionar, pero que nos ha hecho perder toda la capacidad de creer en nosotros mismos.
La generación de mis hermanos (los de finales de los 70's, principios de los 80's) también están viviendo esta situación, pero ellos ya tienen (o deberían tener) su vida planteada, ya saben que quieren ser de mayores, ya son conscientes de lo que vale un peine, y ya han ordenado sus prioridades y sus sueños. ¿¿Pero nosotros?? (los de finales de los 80's, principios de los 90's) a nosotros nos ha pillado el toro, nosotros estamos viviendo los primeros años de nuestra edad adulta entre una sociedad que se colapsa por momentos y un status quo que nos obliga a estar con un lío mental constantemente.


Y todo esto ha desencadenado en que aparezca la generación nini, los fracasos, o mejor dicho, frustraciones en los estudios, los artistas sin autoestima, la monotonía en la vida laboral, la falta de personalidad de los jóvenes, la falta de objetivos, las desilusiones constantes, la carencia de cualquier tipo de motivación.


Y eso me molesta profundamente, no puedo vernos así!
Pero, la crisis (no solo económica) pasará y será entonces cuando nos despertaremos, cogeremos aire, nos atreveremos a soñar, nos ilusionaremos con lo que hagamos y demostraremos a todo el mundo que esta generación que parecía atontada, somos capaces de llegar donde nos de la gana.


Al fin y al cabo, esa autoestima que nos están arrebatando, solo nosotros la podemos recuperar ¿no? :)

II.

(texto escrito una noche de abril del 2012)

La tienes enfrente, perfectamente molida, cuidadosamente amontonada, desafiante, impoluta. Unos pocos e inofensivos centímetros de polvo de hadas, de dulce veneno que delicadamente vas a respirar. Parpadeas, te tapas el orificio izquierdo de la nariz, te acercas sigilosamente, cierras los ojos y dejas que tu violenta inspiración borre, de izquierda a derecha, esos pocos e inofensivos centímetros de polvo de hadas.

Abres los ojos...

y sientes ese olor seco, ese aroma sintético que viaja aspirado por tu tabique nasal y que perfora el cerebro hasta conquistar tus neuronas. Por unos momentos, tu nariz deja de percibir cualquier olor, tu olfato se tapona por el cosquilleo efervescente de ese embriagador sabor químico. Cierras los ojos, te frotas la nariz, recuperas el olfato, sientes una leve presión en el tabique nasal, abres los ojos y... ya no hay marcha atrás. Tu corazón, tu tacto, tu vista, tu sexo, tus orejas, tu cerebro, tus pies, tus pensamientos, tu boca, tu conciencia y todo lo que te rodea cambia de compás, te penetra la euforia por todos los poros de tu piel. Eres perfectamente consciente de todo, pero te dejas llevar. Ahora tu mente responde a otro tú. Deja atrás lo que eres, por un momento, vas a volar.

Y vuelas

y sigues volando.

un día, otro día,

Y vuelas,

y te gusta volar.

Eres genial cuando vuelas.

Y volando sientes, volando te excitas, volando te enfureces, volando te diviertes.

y no quieres dejar de volar, nunca.

Y repites una y otra vez.

Adicto yo? No! Dejame volar!

Y vuelas.

Y, por auto-obligación, vuelas.

Y estas cansado de volar,

pero no sabes como aterrizar

Porque o estas volando o no sabes ni andar.

I. ¿por qué escribir un blog?

Todo va rápido, tus neuronas emiten millones de micro descargas por segundo, tu sistema nervioso es una central eléctrica en pleno funcionamiento y tus retinas captan miles de imágenes que se amontonan en algún rincón de tu cerebro. La información viaja a la velocidad de la luz en tu cuerpo, tus auriculares te vomitan en el tímpano litros y litros de sonidos, músicas, ruido, voces... Estas asomado al planeta entero a través de 16 pulgadas, la pantalla de tu ordenador es un visor de un submarino que navega por un océano infinito.

escribes, tuiteas, comentas, espías, aprendes, desaprendes, lloras, ríes, conectas, desconectas, escribes, me gusta, miras, te enfadas, odias... Estas frente un bombardeo nuclear de estímulos que los humanos no podemos dejar de consumir.

Y tu estas solo, en una habitación a oscuras, mientras en Zimbabwe esta naciendo un niño, en la estepa mongola se sacrifica un caballo y en Costa Rica una araña pica a una turista estadounidense. vale, y?

No, como siempre la humanidad con su afán de ir un paso más allá, ha construido un planeta paralelo y alternativo; más banal, más fácil, más adictivo, más visual, más creativo... sencillamente infinito.

I en ese punto de la noche, cuando no tienes ni idea de en cual de los dos planetas estas. Tu cuerpo atrae tanto que te apetece escribir sin parar. Escribir gilipolleces, reflexiones; abriendo un circuito cerrado en el flujo eléctrico de tus neuronas. Del cerebro a las manos y de las manos al cerebro. Coordinando movimiento y pensamiento, te vuelves pianista de palabras. [tooma! XDD]

Decides participar en la creación de este planeta paralelo escribiendo un blog, ya que Dios no te dejo participar en el proceso de creación del mundo real.

[ya los ves a Buda, a Allah, a Yahveh, a Dios (el padre de Jesus, eh), a los dioses esos de 4 brazos de la India y a algún que otro espíritu, en una mesa redonda, en plena brain storming sobre “como tiene que ser este mundo que nos vamos a montar”... así fue]

En ese punto de la noche, cuando no tienes ni idea de en cual de los dos planetas estas. Decides escribir un blog para hablar de “nada” y colgarlo para ver si alguien decide leerlo y entrar ciberneticamente a en tu.. [cambio a 1ª persona ya eh xD] mi mente.

Me creo que escribo lo que me sale, pero no paro de borrar y volver a escribir para sacarle jugo a una parte de mi cerebro que hacia tiempo que no usaba. Quizás es por esto que escribo tonterías y en castellano (soy catalanoparlante) y la verdad es que no sé si mañana me habré arrepentido de colgar esto, pero en estos momentos me apetece mucho hacer lo que estoy haciendo y.....

...Maldito Nerd!! CALLATE YA! xD